El Instituto de Conservación Forestal (ICF), a través del programa de restauración ambiental de la Presidenta Xiomara Castro “Padre Andrés Tamayo”, fortalece las labores de prevención contra incendios forestales bajo la campaña denominada “Contra Incendios ¡Prevención con Acción!”.
Como parte de la prevención, combate y control de incendios forestales, un total de 171 cuadrillas financiadas por el programa Padre Andrés Tamayo, fondos propios y de la cooperación internacional, se preparan para entrar en acción en más de 50 municipios, de los cuales los sitios priorizados son los de mayor incidencia a incendios forestales a nivel nacional; a efecto de proteger las áreas protegidas y las microcuencas, que abastecen de agua a las poblaciones como un derecho y medio esencial para la vida; y las más de 215,000 hectáreas reportadas en procesos de restauración forestal.
En administraciones anteriores no existió la voluntad legítima de prevenir y controlar los incendios forestales, por ello el ICF, para atender esta amenaza recurrente, en este 2023 ha aumentado la capacidad de respuesta con la asignación de cuadrillas especializadas en los 15 departamentos con mayor riesgo potencial a incendios forestales. Las 171 cuadrillas generarán más de 1,000 empleos directos, beneficiando indirectamente a una población de alrededor de 6,000 personas.
La presidenta de la República Xiomara Castro, durante su discurso de inauguración de la campaña 2023, mencionó que “prevenir es el enfoque y no la reacción tardía”, y durante su intervención el Director Ejecutivo del ICF Luis Edgardo Soliz, agregó que la refundación del país desde el sector forestal, se plantea en un binomio definido hacia la conservación del bosque y las personas; la generación de empleo rural que repunte hacia el beneficio colectivo; destacando sobre la importancia de lograr producir las sinergias entre los actores y programas del sector público, la sociedad civil, incluyendo la responsabilidad del sector privado con el bosque.
Se están dando pasos firmes para saldar la deuda histórica que se tiene con el sector forestal del país, priorizando el bosque como un medio de desarrollo para la Refundación de Honduras.
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