El Gobierno de la República, a través del Instituto Nacional de Conservación y Desarrollo Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre (ICF), reafirma su compromiso con la sostenibilidad al anunciar nuevas áreas protegidas. Estas medidas refuerzan los esfuerzos históricos para salvaguardar los recursos naturales y promover el bienestar de las comunidades locales, garantizando un futuro más sustentable.

Dentro de los logros relevantes sobresale la declaratoria del Refugio de Vida Silvestre Suyapa Luis Hernán Baca Valladares (Mero). Este refugio, que abarca 5,107 hectáreas, está destinado a la conservación de la biodiversidad, la producción de agua y otros beneficios esenciales para las comunidades de los municipios del Distrito Central, San Antonio de Oriente, Santa Lucía y Valle de Ángeles.

Asimismo, se avanza en los procesos legales para la declaratoria del Refugio de Vida Silvestre La Danta, con una extensión de 24,227 hectáreas en los municipios de Jutiapa (Atlántida) y Olanchito (Yoro). Este esfuerzo busca proteger los recursos naturales y garantizar beneficios sostenibles para las comunidades, respetando plenamente sus derechos. Para ello, se han implementado mecanismos de consulta y diálogo inclusivo que permiten aclarar dudas y reforzar la confianza en estas iniciativas como oportunidades de desarrollo.

En el departamento de Gracias a Dios, el ICF, junto con organizaciones aliadas, ha iniciado los pasos necesarios para reconocer a Warunta como Reserva Antropológica Indígena. Este proceso, que incluye mecanismos de abordaje y consulta, garantiza que las comunidades locales participen activamente en la toma de decisiones, asegurando beneficios tangibles para las generaciones actuales y futuras.

El fortalecimiento de la conectividad entre áreas protegidas ha sido otro pilar clave en 2024, con el reconocimiento de tres nuevos corredores biológicos:

  • Corredor Biológico Lempira: Extensión de 232,588 hectáreas, abarcando 16 municipios de Copán, Ocotepeque y Lempira.
  • Corredor Biológico Yojoa: Extensión de 208,871 hectáreas, conectando 11 municipios de Comayagua, Santa Bárbara y Cortés.
  • Corredor Biológico Yuscarán-Güinope-Oropolí: Extensión de 70,101 hectáreas, beneficiando a municipios de El Paraíso y Francisco Morazán.

Estos corredores facilitan la conectividad de 16 áreas protegidas, evitando la fragmentación de los ecosistemas y beneficiando a más de 500,000 habitantes.

En el ámbito marino-costero, el Gobierno decretó 12 millas náuticas como área de conservación libre de pesca industrial, medida que beneficia directamente a las comunidades locales, indígenas y afrodescendientes de la región caribeña.

Además, el ICF lidera la nominación de la región del Lago de Yojoa como Reserva de Biosfera ante el Programa Hombre y Biosfera (MaB) de la UNESCO. Esta propuesta abarca 315,692 hectáreas y una población de 398,374 personas, siendo considerada un área de alta relevancia ecológica y socioeconómica.

Reconocimiento y recuperación de límites

  • El Congreso Nacional (CN) aprobó la redefinición y reconocimiento de los límites del Parque Nacional Pico Bonito tras 20 años de espera, un avance significativo para la conservación.
  • En la Zona de Reserva El Merendón, el Decreto 058-2024 derogó los límites establecidos por normativas anteriores, iniciando así el proceso de redefinición para recuperar y restaurar áreas afectadas.
  • Por otro lado, la derogación de los decretos 252-2013 y 93-2016 permitió recuperar los límites originales de la zona núcleo del Parque Nacional Montaña de Botaderos, afectados por actividades mineras.
  • Finalmente, el Decreto 18-2024 marcó un hito histórico al prohibir concesiones mineras en áreas protegidas y microcuencas esenciales para el suministro de agua, asegurando la integridad de estos ecosistemas vitales.

Con estas decisiones estratégicas, el Gobierno de Honduras envía un mensaje claro e inquebrantable, que la defensa del patrimonio natural no es negociable. En un contexto global donde la degradación ambiental amenaza el futuro, el país asume un liderazgo decidido en la conservación y el desarrollo sostenible. Estas acciones no solo protegen los recursos vitales de la nación, sino que también empoderan a las comunidades locales como guardianes activos de su entorno. El camino está trazado, Honduras no retrocederá en su compromiso de garantizar un futuro digno, sostenible y justo para todos sus ciudadanos.

Instituto Nacional de Conservación y Desarrollo Forestal,

Áreas Protegidas y Vida Silvestre (ICF)

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